Caballero ZP: colegios

Todos hemos oído hablar de la polémica sentencia que obligaba a un colegio de Valladolid a quitar los crucifijos de las aulas, al igual todos conocemos que dicha sentencia ha sido recurrida por la Junta de Castilla y León, eso si después de meditarlo en exceso y de verse casi obligada. Aunque creo que no es el momento de reproches, y si de hacerle llegar las felicitaciones por defender el sentido común.

Yo ya lo he hecho en esta dirección, y el que quiera lo pude hacer gracias a la iniciativa de HazteOir.org.

La noticia es que este tema ha dado un giro inesperado gracias a InterEconomia televisión que ha hecho un reportaje de investigación excelente, en la línea del estupendo trabajo que están realizando.
En este reportaje descubrimos que el individuo que emprendió esta lucha contra los crucifijos, Fernando Pastor, es un ex trabajador del diario etarra Egin, y como cuenta el mismo en el reportaje de cámara oculta, visita frecuentemente a sus compañeros que permanecen presos por la colaboración con la banda asesina ETA.

Acordemonos cómo este individuo denunciaba los insultos sufridos por él y su hija a raíz de conocerse la sentencia, ¡pues que se vaya preparando cuando ahora conozcan su verdadera cara!

No hace falta que os diga, que los medios que le dieron tanto bombo poniéndole como un héroe, ahora permanecerán bien calladitos sin decir nada sobre el tema.
Comienza a descifrarse que tipo de gente que está detrás del acoso a los católicos. Una muestra la tenéis en el blog de esta plataforma Anti Católica, fijaros lo que dicen:

“Tenemos que dar la batalla por desalojar a las confesiones del espacio público, si queremos que esto, algún día no muy lejano, llegue a ser de verdad una sociedad laica, donde se respete a todo el mundo, pero donde nadie intente imponer sus creencias (sobre todo si son absurdas y dañinas) a los demás”.

Nos dicen que quieren una sociedad en que se respete a todo el mundo, cuando a renglón seguido llaman a la religión Católica “absurda y dañina” .
Se les nota sus ganas de una convivencia sana y pacífica, cuando enseguida les sale la vena del alcalde de Getafe.