Supongo que estaréis enterados de que la hija de Otegi ha pedido que excarcelen a su padre por las secuelas psicológicas que la condena de su padre le provoca y por el estado de saludo de su abuelito paterno.
Pues no voy a dar mi opinión sobre el tema, porque el señor Pepe Álvarez de las Asturias ha escrito una carta a esta criatura plasmando lo que yo pienso mucho mejor de lo que yo podría hacerlo:
Por Pepe Álvarez de las Asturias
Publicado en www.elsemanaldigital.com (http://www.elsemanaldigital.com/blog.asp?idarticulo=105894)
Yo no sé qué te han contado en casa. Ni qué has aprendido en la ikastola. No sé si practicas el mismo odio rabioso que tu padre o crees que es un hombre de paz.
Ignoro tu nombre, no sé si te llamas Leire, Goiatz, Iratxe, Loiola, Aintza o simplemente Itziar. Así que te llamaré hija de Otegi, que supongo a ti no te resultará ofensivo. Sé que estás pasando malos momentos por tener a tu padre en la cárcel y que incluso estás recibiendo apoyo psicológico, según dicen. A los 14 años, en plena adolescencia, debe ser doblemente duro. Leo también que tu madre y tu abuelo paterno están delicados de salud. ¡Vaya por Dios! Parece que la mala suerte se ha cebado con tu familia.
Tal vez sea verdad lo de tus secuelas psicológicas. O tal vez no. Tal vez sea una coincidencia que uno de los hijos de tito Joseba (Permach) se encuentre también en tratamiento en el mismo hospital por la misma razón. O tal vez no. Permítenos que dudemos, hija de Otegi, porque después de tantos años entrando y saliendo de la cárcel, entrando y saliendo de Francia y entrando y saliendo de ETA, que te den las secuelas psicológicas justo en este momento, cuando se prepara la ofensiva política de tu aita y su cuadrilla para (re)negociar la resolución del conflicto y estar en las próximas elecciones (de ahí la necesidad de salir del trullo), pues se me antoja cuando menos sospechoso. Presunto, digamos.
Pero mira, voy a creerme tus secuelas. Echas de menos a tu aita y la amatxo está malita. Afortunada tú. Porque yo conozco mucha gente que echa de menos a su padre y sólo le queda la posibilidad de llevarle flores a su tumba. Y conozco a muchas madres que llevan años sin dormir, con fuertes depresiones o síndromes postraumáticos severos; y que cuando duermen, lo que ven son los restos de sus hijos desperdigados por un parking tras una explosión asesina. Y conozco niñas que a tu edad quedaron salvajemente mutiladas para siempre, sin piernas o sin brazos o sin ojos o, simplemente, sin ganas de vivir (eso sí que son secuelas, ¿verdad?). Y otros niños más pequeños que tú que vieron morir a sus padres a tiros, delante de sus inocentes ojos (eso trauma mucho, te lo aseguro). Y otros muchos que han quedado huérfanos, o que han desarrollado enfermedades psicológicas y físicas, o que han perdido a sus amigos del colegio o a sus hermanos o a sus abuelos. Todos ellos echan de menos a sus seres queridos y a esa parte de su infancia o adolescencia que murió con ellos.
Y de todos esos traumas y secuelas, hija de Otegi, es responsable tu padre. El que está en la cárcel. El que tanto echas de menos.
Yo no sé qué te han contado en casa. Ni qué has aprendido en la ikastola. No sé si practicas el mismo odio visceral y rabioso que tu padre hacia los que no piensan como él. No te conozco. A lo mejor le has rogado, con llanto en los ojos, que deje de ser parte de la serpiente. O tal vez pienses, como otros, que es un hombre de paz. Pero me inclino a pensar que no sabes quién es realmente tu padre. Ni qué es. Pues yo te lo voy a contar.
Tu padre es un asesino. Tú aún no habías nacido cuando le llamaban "el Gordo" y militaba en ETA político militar. A los 20 años ya era el encargado de vigilar a los empresarios vascos secuestrables (Lipperheide, Olarra, nombres que no te sonarán). Cuando ETA-pm se auto disolvió, integró con otros "polimilis" el grupo "miliki" que acabó por incorporarse a la ETA actual. Tu padre fue juzgado por el secuestro de Javier Rupérez y absuelto por falta de pruebas (la víctima no pudo identificar a los secuestradores porque iban encapuchados). En cambio sí fue condenado por el secuestro en 1978 del empresario Luis Abaitua, al que ocultó en una cueva de su pueblo, Elgoibar. Un año después, integrado en el comando "Kalimotxo", junto a José María Estolaza, Luis Alcorta y demás gudaris, trató de secuestrar al político Gabriel Cisneros (uno de los padres de la Constitución), quien recibió un tiro en la espalda al intentar huir, resultando herido de gravedad en el estómago y en la pierna izquierda, y provocándole secuelas (secuelas, hija de Otegi) que perduraron hasta su muerte, en 2007. En el juicio, celebrado en 1990, uno de los secuestradores (Marhuenda) inculpó a tu padre y a los demás, pero aún así se libraron de la cárcel. En cambio sí fue condenado a 6 años por el secuestro de Abaitua, de los que cumplió sólo la mitad. Un chollo, ¿no crees?
Tu padre siempre ha sido parte de ETA. Siempre ha seguido las directrices de ETA. Cuando era militante activo y cuando se pasó a la política (aprovechando el encarcelamiento de la Mesa Nacional de Batasuna, en 1997). Cuando pactó con el PNV, EA y demás abertzales en Lizarra para salvar a una moribunda ETA del linchamiento social, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, y cuando negoció con Zapatero la resolución del conflicto en el falso proceso de paz. Y también cada vez que enaltece a un compañero gudari y cada vez que escupe las soflamas de ETA, en Gara o en Anoeta. Tu padre ha sido, es y será una parte importante de la serpiente etarra. Y como tal es responsable de todos y cada uno de sus crímenes desde que se integró en ETA, allá por 1977, mucho antes de que tú nacieras.
Sí, hija de Otegi, tu padre está en su derecho de pedir su libertad para que tú no sufras, como ha hecho sufrir él a cientos de niñas de tu edad. La diferencia es que tu padre eligió ser un terrorista y sus víctimas no. Y que sepamos, aún no se ha arrepentido de serlo. Por eso, nosotros estamos en nuestro derecho a pedir que cumpla su condena hasta el último segundo. Aunque sea un pobre consuelo por todas las vidas que ha roto; por todas las secuelas que ha dejado a su paso. Y por todas las que dejará.
Y para terminar, sólo quería hacerte una pregunta que me inquieta. ¿Realmente te provoca secuelas psicológicas el hecho de que tu padre esté en la cárcel durante unos meses y no el hecho de que sea un asesino terrorista desde hace años?
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10 que opinaron, anímate:
No se puede ser más necia y más hipócrita.
Con esto ya lo he dicho todo.
Saludos.
Perfecto escrito a la hija de un terrorista. No por ser hija de un terrorista, sino porque encima tiene el morro de arguir que tiene secuelas por estar su padre en la cárcel.
Buen post, Julio.
Pobre niña educada en la ikastola, seguro que no le han dicho las verdades y si las sabe y las acepta, pobres de nosotros, han engendrado mas odio rabioso contra las personas que no quieren excarcelar a su pobre padre. Ayudenla a que conozca la crueldad de ETA secundada por su padre.
terrorifica la carta, pero no estaría de mas que la leyese y pensase ni tan siquiera cinco minutos en todo el daño que ha hecho el malnacido de su padre, esta gente suele estar influenciada por sus padres, porque es lo que han mamado en la escuela, ese espiritu separatista se palpa desde la escuela,la calle, el taller, hasta en los campos de fútbol, no teneís mas que pasaros por internet y hay gente dando vivas a ETA y hablando del PROBLEMA VASCO.
La hija de este malnacido claro que pide la libertad de su padre, parece ser que hay contactos con el mundo abertzale, y debe ir gente a ver a Otegui and company al trullo, pero no se dan cuenta de que Otegui no es nadie en ETA, solo es un esbirro, y los que mandan en ETA no van a permitir ni un gesto de flaqueza, todo el odio que han sembrado está dando su cosecha, no hay mas que ir por algunas facultades como la de Lejona y ver que es un criadero de ETA
Tengo una tristeza en el cuerpo que no puedo con el alma. Después de leer esto, ya ni se me levanta. ¿Qué quieres que le haga? Soy un tipo sensible. Mariquita, si viene al caso. Pero al menos me siento agraciado de no ser un etarra.
Pobre niña adoctrinada en la ikastola, eso digo yo, y además en su cunita. Tendrá que recorrer un camino muy duro y lleno de zarzas hasta poder comprender que su querido aita no sólo pagará en esta vida todo lo que ha hecho_ ojalá_ sino también en la vida eterna, hasta donde le seguirá todo el dolor que ha causado a tantas personas.
Lo siento mucho por ella.
Besos Julio.
Tienes razón, nadie podría expresarlo mejor que el autor de esta carta, Pepe Alvarez. Me alegro mucho de haberla leído, gracias a ti, y estoy de acuerdo con ella, palabra por palabra.
Un beso
Que alguien le haga llegar esta carta a la pobre niña!
Voy a ver si la puedo publicar en mi muro..
Que morro..
A la pobre niña habría que irla acostumbrando a estar en la cárcel (a ella, no a su padre) ya que en unos años, pocos, ella también será terrorista.
Tienen la neurona educada para asesinar.
Esta deformación de la realidad es fruto de la deriva de Zp, para el que la verdad se crea y está más cerca siempre de los raros, los patológicos, los odiadores, que de la gente de bien. Otegui y su hija pertenecen al grupo de los "odiadores" lo mismo que aquel que fue presidente de las juventudes socialistas y responsable de las masacres de Paracuellos, el pacífico Carrillo. Ellos se entienden.
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