El otro día leía un post en el blog de nuestra amiga Luisa “mis ideas cotidianas” que me llamó poderosamente la atención porque yo opino exactamente lo mismo que ella, además todo lo que dice es la pura realidad de lo que sucede hoy en día.
Este post demuestra como cada día somos más estúpidos y como nos dedicamos a arruinar nuestras vidas y la de nuestros hijos.
Reproduzco continuación el post en su totalidad, agradeciéndole a Luisa el haberlo escrito y por supuesto el dejarme publicarlo.
La infidelidad surge con absoluta normalidad y a vista de todos. Va disfrazada de naturalidad pero no engaña más que a quien se deja engañar y seducir.
Veréis, uno no amanece en una habitación de hotel con un desconocido en su cama. Las cosas no son así. Este es el desenlace, no el comienzo.
Ellas están monísimas en sus puestos de trabajo y se pintan, sonríen y coquetean. Son tan serviciales...
Ellos escuchan comprensivos, a la compañera de trabajo y les dicen bonitas palabras de halago y de consuelo. Son tan majos...
Mientras, en casa, ellas y ellos están batallando con sus familias, están dejándose la piel a tiras para mantener a flote un hogar, limpiando pañales, fregando suelos, colgando cuadros y haciendo equilibrios con los pagos.
Cuando el cónyuge llega a casa, ya no quiere hablar. Está cansado.
Cuando llega ella, se descompone y se arranca las pestañas postizas y tira los zapatos y la Venus de oficina, se vuelve estropajo.
Además está el despacho de asuntos pendientes: lista de quejas, dolores y disgustos varios, asignaturas suspensas, electrodomésticos estropeados, la cuenta bancaria que baja y las 14 horas de oficina que dejan exhausto.
Al día siguiente, nuevamente frescos y descansados, vuelven a oler a perfume y a fijarse en esos labios, y ellas en... ellos, y uno y otro piensan: ¡que bien nos llevamos!
Qué guapa eres, y tú qué guapo. ¡Oh! si mi esposa, si mi esposo, me comprendiese igual que tú...
Y así, después de jugar a ver si se queman, resulta que se queman y ¡no saben ni cómo ha pasado! Habitación de hotel y divorcio al canto. Un nuevo hogar destrozado y los hijos a reparto.
Descubrirán que ella no nació con maquillaje y que él suele estar enfurruñado y volverán a las andadas en busca de lo que habían tenido y despreciaron.
No seamos memos.
Mantén la distancia de seguridad.
Protege tu matrimonio y defiende tu familia.
¿Incluso a costa de parecer imbécil y exagerado? Incluso.
Podéis venir a verme al Juzgado, que os pasó datos, expedientes y sentencias a destajo.
15 que opinaron, anímate:
Genial este post de Luisa. La realidad de la vida. Es tan fácil consolar y dejarse consolar por los amables y "amablas" compañeros/as de trabajo externo al hogar.
Gracias caballerozp, por tu visita y tu premio que en cuanto pueda recojo. Me gusta mucho. Tengo mucho trabajo acumulado y todavía no estoy del todo en Madrid, pero en cuanto pueda lo hago.
Un abrazo para los componentes de este blog amigo.
Totalmente de acuerdo,Julio.
Es la perdida de valores,la degradación del concepto "matrimonio",de la fidelidad de la pareja, del compromiso mutuo de amor y respeto, el que lleva a estas situaciones que arrastran por el fango matrimonios e hijos en una "modernidad" tan nauseabunda como es la que desgracidamente padecemos.
Estoy totalmente de acuerdo. A veces hay que hacesrse a un lado cuando un hombre es demasiado amable. A mí a veces me ha pasado con amigos y conocidos casados. No tengo pareja y en muchas ocasiones me he sentido mirada y deseada. La cuestión es poner tierra de por medio. Si uno de los dos dice NO, nunca pasará nada y si sabemos respetar nunca tendremos que arrepentirnos de romper un matrimonio o ser los causantes de que unos hijos paguen las consecuencias de lo que muy bien calificas como "estupidez humana". Si dentro de la pareja algo se ha roto existe el divorcio de mutuo acuerdo. La traición y el engaño nunca pueden tener perdon.
Como dice Luisa: el fuego siempre acaba quemando. Lo mejor: mantener las distancias.
Perdona que me meta tanto en el papel pero este tema "me quema"
Saludos
Holaaaa solo pasaba a felictarte.
Que cumplas muchos más en compañia de todos tus seres queridos, especialente con ese par de monadas
Felicidades Caballero zp!
F E L I C I D A D E S !!!!
Eres grande…
Siempre estás dispuesto a ayudar, hablar, reflexionar y compartir.
Que tengas un feliz día con tu maravillosa familia.
Feliz, feliz en tú día, primo que Dios te bendiga la,la,la,
y que cumplas muchos massss!!!!
Muchos besos...muakkk,muakkk,muakiis
¡Qué gran post! Desde luego, la inocencia en que se mueven muchas de ésas personas que no saben valorar cúal es el sentido real de la vida sólo tiene parangón en la inmadurez de que hacen gala.
Y matrimonios rotos, y vidas, como las de los niños, tiradas. Por una inmadurez adolescente. Lo malo es que creo que la sociedad nos educa para ser eternos adolescentes. Nos lo creemos y actuamos como tales.
La verdad es que en mi opinión, lleváis más razón que un Santo.
Quizás la rutina cotidiana y un falso espejismo, les hacen a algunos comportarse como verdaderos imbéciles y tiren su vida por la borda.
Me ha gustado mucho todo lo expuesto.
Saludos.
Militos no hay porque darlas bien sabes todos que te lo mereces, eres un encanto y a sabiendo de lo que trata el post que nadie piense que estoy ligando con mis palabras, jejejeje.
Un abrazo y pásatelo muy bien.
Natalia como bien dices al pensar como pensamos seremos tachados de antiguos, pobres ingenuos que no se dan cuenta de su error, los pobres no tendrán nada excepto lo superficial que les invade.
Saludos
Mº Ángeles no hay nada que perdonar, a mí también me irrita en exceso.
Saludos
Luisa muchas gracias por el post.
Saludos
Hola Pere que adelantada has estado en felicitarme, como se nota que estas en todo.
Muchísimas gracias
Aguabella muchas gracias por tu felicitación y tus palabras, un besazo.
Schwan el problema es que no hemos madurado en nada, hoy mismo leía un artículo de Federico Jiménez Losantos en El Mundo que evidenciaba esto que dices en otro tema.
Saludos
Caperucita el problema es que no solo tiran su vida por la borda, normalmente tiran las de muchos más.
Un beso
Publicar un comentario