Los sindicatos policiales denuncian que De Juana tiene televisión, DVD y va a la cabina de teléfonos "por su propio pie"

Veinticuatro horas después de que los sindicatos SUP y CEP denunciasen públicamente el "trato privilegiado" que recibe De Juana Chaos en el hospital, este viernes se conocían nuevos detalles de la vida del sanguinario terrorista en el Doce de Octubre. En declaraciones a la Cope, el secretario de comunicación del Sindicato Unificado de Policía, Maximiano Correal, desvelaba que "tiene una televisión, una radio, un lector de CD y un reproductor de DVD" y que sale de la habitación "sin ayuda de nadie y por su propio pie" para utilizar la cabina telefónica.
(Libertad Digital) Correal denunció este viernes en los micrófonos de la Cadena Cope que las fotografías publicadas por el diario británico The Times "son un montaje" en el que el terrorista de ETA "posó deliberadamente" para dar la impresión de que "está en las últimas". Pese a esta imagen, afirmó que De Juana Chaos tan sólo es atado a la cama cuando los médicos tienen que alimentarle contra su voluntad con una sonda nanográstrica, durante el resto del tiempo permanece desatado paseando por el interior de su habitación. "Su aspecto es bastante más saludable que el difundido por las instantáneas de The Times", puntualiza este responsable del SUP.

Es más, según desveló, el pasado miércoles el agente de policía pudo comprobar como el terrorista salía de la habitación "sin ayuda de nadie y por su propio pie" para utilizar la cabina telefónica, que se encuentra en el pasillo, fuera de las habitaciones.

Además, Maximiano Correal relató los numerosos caprichos de los que dispone el sanguinario terrorista en su habitación. "Tiene una televisión, una radio y un lector de CD y un reproductor de DVD. No está sometido a un régimen de incomunicación, porque es un preso preventivo, pero sí disfruta de numerosos privilegios que otros presos no tienen", afirmó.

A esto, habría que añadir que su novia está las veinticuatro horas del día junto a él prácticamente desde que fue ingresado en el hospital. Según aclaró Correal, estas visitas tan prolongadas tan sólo se conceden a enfermos terminales y por periodos de tiempo de cuatro o cinco días.